¿Redes sociales o pantallas sociales? El cambio de paradigma que desafía también a artistas y creativos
- Futurísmica LAB
- 6 may
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 28 jul
F-CONSUMER
Las plataformas que prometían conexión humana hoy priorizan el consumo pasivo. Las redes ya no son sociales: atraviesan un cambio donde el contenido circula, pero el diálogo se desvanece. ¿Cómo impacta esto en la cultura y qué pueden hacer los artistas frente a este nuevo escenario?
De la conexión al scroll infinito
Hace una década, las redes sociales eran espacios para compartir ideas, emociones y proyectos. Hoy, según un artículo de Dazed Digital, se han transformado en plataformas de distribución algorítmica casi televisiva, centradas en el entretenimiento y la información, dejando de lado la interacción entre usuarios.
Mark Zuckerberg lo reconoció recientemente: Facebook e Instagram ya no están diseñados para conectar personas. El modelo actual favorece el consumo pasivo de contenido, desplazando la conversación genuina y la participación activa.
El impacto cultural del nuevo paradigma en redes sociales
Este cambio de paradigma afecta directamente a artistas y proyectos culturales. La visibilidad orgánica se reduce, y la interacción con las audiencias se ve mediada por algoritmos que priorizan lo viral, no lo significativo. A esto se suma la creciente presión por mantenerse relevante en plataformas que ya no promueven el vínculo, sino el rendimiento.
El 64% de los usuarios sienten que las redes sociales afectan negativamente su salud mental, según un estudio de la Royal Society for Public Health del Reino Unido. Para los creadores, esto se traduce en ansiedad, desgaste y desconexión con el sentido de sus proyectos.
Nuevas formas de conectar
En este escenario, emergen propuestas que buscan recuperar lo social. Plataformas como Nospace (una reinvención de MySpace) apuestan por intereses comunes, perfiles personalizados y menos algoritmos. También se revalorizan los newsletters, los blogs, los espacios de comunidad cerrada y las estrategias de comunicación directa.
Otras redes alternativas como Mastodon (una plataforma descentralizada y sin publicidad) o Discord (ideal para comunidades activas en torno a intereses específicos) ofrecen ambientes más controlados y participativos, donde el foco está en el vínculo real más que en el alcance masivo.
Claves para artistas y proyectos culturales
Diversificar canales: no depender exclusivamente de redes tradicionales. Explorá también newsletters, canales en YouTube o plataformas como Bandcamp, Behance o Patreon según tu disciplina.
Construir comunidad: crear espacios propios para el intercambio real, como grupos de WhatsApp/Telegram, foros o encuentros virtuales.
Ser estratégicamente auténticos: no se trata solo de visibilidad, sino de conectar desde la identidad y el propósito del proyecto.
Cuidar la salud mental: establecer límites, no todo es contenido. Hacer pausas, delegar o calendarizar publicaciones puede ayudarte.
Apostar por lo relacional: colaborá con otros artistas, hacé alianzas con espacios o marcas culturales, buscá conversaciones más que likes.
Volver al trabajo real: no perder de vista que lo principal es la obra, el proyecto, el hacer cotidiano. Las redes son una herramienta, no el centro.
Si las redes dejaron de ser sociales, ¿qué espacios vamos a construir para que la cultura vuelva a tener lugar en lo digital? Tal vez la respuesta no sea abandonar las plataformas, sino reimaginar cómo las habitamos. En Futurísmica Lab® creemos que es tiempo de acompañarnos para crear otras formas de conexión —más genuinas, más nuestras.










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