¿La IA puede ser creativa sin robar? El dilema que atraviesa a la cultura digital

F-TECH

La inteligencia artificial irrumpe en el mundo creativo con una pregunta urgente: ¿puede potenciar la creatividad sin apropiarse de las obras humanas? En esta nota te contamos qué implica una IA responsable y por qué los artistas, gestores y proyectos culturales deben ser parte activa de este debate de la cultura digital.

La expansión de la inteligencia artificial (IA) en la industria creativa está revolucionando los procesos artísticos y productivos, pero también encendiendo alarmas: ¿Quién protege a los creadores cuando las máquinas aprenden de sus obras? Cada vez son más los artistas y colectivos que cuestionan los métodos con los que los algoritmos son entrenados, alimentados con millones de imágenes, textos y músicas, muchas veces sin consentimiento de sus autores.

Según ZDNet, el 47% de los artistas digitales teme que sus obras sean usadas por IA sin permiso. Además, un informe de The Conversation advierte que muchos datasets utilizados por estas tecnologías contienen material protegido por derechos de autor, lo que genera un vacío legal y ético.

El debate no es solo jurídico, sino cultural. ¿Cómo garantizamos que la creatividad humana no sea reducida a un insumo anónimo para alimentar máquinas? En un ecosistema donde la originalidad es clave, este tema interpela directamente a artitas, instituciones culturales, proyectos colectivos y marcas creativas.

¿Qué significa una IA responsable en el sector cultural?

Frente a este escenario, expertos y organismos coinciden en que la clave está en tres principios:

• Consentimiento: que los artistas puedan decidir si sus obras son utilizadas.

• Reconocimiento: que exista crédito y compensación cuando una obra inspira a la IA.

• Transparencia: que las plataformas informen de dónde provienen los datos.

  
  

Un caso emblemático fue el de Getty Images, que prohibió la publicación de imágenes generadas por IA en su plataforma para proteger los derechos de sus colaboradores.

Además, no podemos ignorar que la economía creativa representa más de 29,5 millones de empleos a nivel mundial (UNESCO, 2023). La sostenibilidad del sector depende de que las reglas del juego sean claras y justas.

El futuro de la cultura digital lo diseñamos hoy

En Futurísmica Lab creemos que la tecnología debe ser una aliada, no una amenaza. Por eso, acompañamos a proyectos culturales y creativos para que lideren estas discusiones y construyan un futuro donde la innovación y la ética vayan de la mano.

¿La IA puede ser creativa sin robar? La respuesta depende de cómo hoy decidamos regular, debatir y proteger la autoría. ¿Vos qué pensás?

¿Quién protege a los creadores cuando las máquinas aprenden de sus obras?